El travelling baila con la grúa. Es un concierto de cámara. Los flashes de la prensa ciegan a un trabajador de a pie. La cámara se desconcierta. Patxi Basabe rueda en Vitoria 'El excesivo consumo de estrógenos de Ludovico Graham', un corto en formato cine. ¡Menuda farsa!
CONDUCTORES, motoristas y ciclistas son habituales rodadores en Portal de Lasarte. Pero otros también ruedan sin necesidad de vehículo. Vitoria vuelve a encuadrarse como plató. Vuelve a saborear tiras de celuloide. La claqueta muerde con su boca un nuevo pedazo de cine. Un pedazo corto pero suculento, made in Patxi Basabe.
A las 8.30 de la mañana, seis camiones llegan a la residencia Juan Pablo II. No se rueda un remake de Convoy , de Peckinpah, pero el equipo no se mueve solo. Basabe rueda en formato cine (35 milímetros) y eso implica un volumen de trabajo diferente. Los responsables de la residencia dieron su visto bueno al rodaje, pero no se esperaban la parafernalia. "Están teniendo muchísima paciencia".
Hay que preparar muchas cosas. La iluminación y la numerosa figuración son dos de los protagonistas de los esfuerzos de coordinación. Dos horas después, la cámara empieza a filmar. Es cine dentro del cine. El rodaje de un rodaje. Por el aparcamiento, Karra Elejalde y Gorka Aginagalde caminan charlando. Puede ser una imagen común, salvo porque calzan dos sotanas. De sacerdote y cardenal.
¿De qué va todo esto? Patxi Basabe cuenta algo, pero no demasiado. No es cuestión de reventar la historia, de revelar la película recién rodada. El excesivo consumo de estrógenos de Ludovico Graham -¡toma título para empezar!- es una sátira en clave de humor sobre los monstruos mediáticos a los que encumbramos e idolatramos a diario. ¿Merecen nuestra admiración? "Habla de la vida misma. Ya te harta ver el valor que se da a ciertas actividades y a ciertas personas. Eso es lo que quiero reflejar".
Enfoquemos un poco más. Primer plano del protagonista. "Es un currela que trabaja en una empresa, un currela que siempre está manchado de grasa, en un entorno industrial, pero con el status de una celebridad, lleva patrocinio en su ropa de trabajo, las cámaras de televisión y la prensa le esperan a la salida del trabajo...".
El boceto huele a farsa, a ironía de la que levanta reflexiones desde la carcajada. Basabe certifica: es una comedia. Y del gesto de sus risas responderán las interpretaciones de -además de Aginagalde y Elejalde, alde y alde - Paco Sagarzazu, Zigor Bilbao, Johana Uribe o el futbolista vitoriano Aitor Ocio, que se interpreta a sí mismo. Por problemas de agenda, ha habido que prescindir de Unax Ugalde. "Lo más difícil es juntar a todos el mismo día, es un caos, sobre todo con los actores", explica Basabe.
Tras cerca de diez meses de preproducción, poniendo los cimientos del proyecto, es la hora de rodar. Desde el lunes, el equipo hace acopio de escenas, desde los interiores donostiarras hasta las tomas que ya se filman en Vitoria. La residencia Juan Pablo II no será la única retratada. En los próximos días, el equipo se dejará ver por la Virgen Blanca, Olaguibel, Aranzabal o La Paz.
Todo sabe a Gasteiz en este rodaje. Desde el elenco hasta el catering de El 7. Desde la estancia en el Gran Hotel Lakua hasta los vehículos -volvemos a rodar- que aportan dos empresas locales. Micar aparca un elegante Rolls-Royce y Sagola acampa una espectacular autocaravana, que acoge interiores al aire libre.
Y, claro está, el preestreno no puede ser en otro sitio que en Vitoria. Patxi Basabe no tiene ni idea de cuándo -bastante tiene con lo suyo-, pero intuye que el corto estará listo para febrero. ¿Nervioso? "Nervioso ya no, más bien cansado". Cansado pero contento. ¿Qué mejor lugar para un director que tras la cámara? ¡A rodar!
Fuente
http://www2.noticiasdealava.com/ediciones/2008/10/24/mirarte/cultura/d24cul66.1054625.php